28 de julio de 2010

Like shooting stars.

Laura miró el reloj, nerviosa, por quinta vez en seis minutos. ¿Le habría dado plantón? ¿O, simplemente, se estaría retrasando?
Volteó la cabeza hacia el atardecer y se quedo observándolo, casi hipnotizada.
Apenas se dio cuenta de otra presencia, hasta que la misma le plantó un beso en la frente. Sonrió, bajando la mirada y se cercioró de que era él.
- ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? -la burla se mezclaba con la dulzura en su voz.
- En busca de estrellas fugaces. Deseos invisibles. ¡Polvo de hadas para ir a Nunca Jamás! -rió, sorprendida de si misma por sentirse tan cómoda.
Él se únió a ella, poniendo una mano en su frente, con gesto dramático.
- ¿Desde cuándo has vuelto a creer en hadas y duendes, pequeña Laura? -preguntó, algo ofendido.
- Desde que tú te colaste en mi vida y decidiste hacerme ver más allá, querido Mark. -declaró, girándose para impedir que él se percatase el sonrojo naciente en sus mejillas.
Cuando ella iba comenzó a caminar, el susodicho la agarró con fuerza por una mano y echaron a correr hacia la Luna. Hacia el fin del mundo. O hacia Nunca Jamás.

"Let me breathe this clean bright light surrounding you."

1 comentario:

  1. ¿Porqué todos los chicos tan tan tan encantadores se llamar Mark, Marco o Markos?

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