15 de febrero de 2010

Recuérdame.

Por la mañana, Laura salió a caminar por la ciudad. En realidad se había levantado temprano y había permanecido en la cama horas y horas, observando el infinito con sus ojos vacíos; después una mínima parte de su zona racional le ordenó que se levantase si no quería convertirse en un vegetal olvidado en un cutre hostal.
Las calles se encontraban iluminadas por el sol radiante de la mañana. Aunque el frío era evidente, la gran estrella abrazaba a los transeúntes y les daba el calor que necesitaban para ruborizarse y sonreír. Pero parecía que no podía conseguirlo en Laura.
Siguió andando sin rumbo fijo durante un par de horas, volviendo a donde había comenzado y dando vueltas en un círculo vicioso e interminable.

De repente, levantó la vista, el tiempo justo para observar como su delgado cuerpo chocaba con una masa corporal parada en medio de la acera. Retumbó en el suelo y notó un ligero dolor en el hueso de la cadera. Aún así, no rechistó, ni lloró, ni gritó; se limpió los vaqueros, aún en el suelo, y se dispuso a levantarse cuando alguien le dio la mano.
La peli-rubia alzó la mirada y se sorprendió al reconocer el rostro. Sus frías mejillas se sonrojaron ligeramente y un ápice de sonrisa comenzó a temblar en sus labios. ¿Podría ser de verdad él?
- ¿Te has hecho daño? -preguntó el chico, evaluando el estado de la chica con los ojos.
- Sí, gracias. -consiguió agradecer ella.
- Es que estaba esperando a un amigo y no me había fijado que molestaba. Lo siento -una radiante sonrisa iluminó el rostro del apuesto joven-. Por cierto, soy Mark.
Una nube de decepción eclipsó la efímera alegría de Laura. Su rostro se volvió tenso y triste de nuevo. No era él. Se había equivocado de persona.
- Oh..., ah..., yo soy Laura. -apenas fue un susurro audible.
- Lo sé.
Ella levantó la mirada ante aquella respuesta y miró con casi pánico a aquel chico llamado Mark. Apenas consiguió que un débil 'qué' resbalase de sus rosados labios.
El chico comenzó a andar en la dirección contraria hacia la que se dirigía Laura, sin embargo, cuando pasó por el lado de ella, le rozó visiblemente el hombro y le susurró unas dulces palabras al oído:
- Recuérdame, por favor.

2 comentarios:

  1. te mato porque me mata
    e________________________e
    quiero que sigas prnto e.e
    ni siquiera tiene que ser ocn esto puede ser con lizzie o ocn Alex, pero quiero volver a esto e.e

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  2. Ö sabe su nombre! Quien es ese extraño sujeto que va por las calles conociendo el nombre de las personas?? =O
    (y supongo que prediciendo el futuro, por que eso de "- Recuérdame, por favor." no se suele decir a la ligeraa...xD)
    Sigue pronto!!!

    Muaaacks!

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